Pasos de gigante.

A la hora de producir avance significativo en cualquier proyecto, existe una técnica a la que yo denomino “Pasos de gigante”, que puede revolucionar tus resultados.
La técnica está basada simplemente en responder a una sencilla pregunta:

¿Hay algo que pueda hacer en este proyecto, que si lo hago puede multiplicar sensiblemente su velocidad de realización?

Y cuando nos formulamos esta clase de preguntas, se abre todo un nuevo mundo de opciones y posibilidades ya que esta pregunta nos sitúa automáticamente en un estándar de rendimiento superior.
Formulándote esta pregunta podrás tomar conciencia de cosas que estas pasando por alto, o descubrir formas más efectivas para llevar a cabo cualquier fase de un proyecto.
Te animo a que hagas esta sencilla prueba en alguno de tus proyectos para así poder experimentar de primera mano los increíbles resultados que produce.

¡Ha llegado el momento de revolucionar tus proyectos!


© 2007 JOSE MARIA VICEDO
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Cambiando la tendencia.

Todos tenemos periodos en nuestra vida en los que las cosas no terminan de salir como esperamos. En esos instantes, parece que independientemente de la cantidad de esfuerzo que pongamos las cosas no terminan de funcionar.
Un buen consejo para esos periodos es buscar formas diferentes de hacer las cosas. Ser flexibles en nuestro plan de acción. Atacar el logro de resultados a través de otro camino. Ver la situación desde una perspectiva diferente. Explorar formas creativas de mejorar.
Y todo ello con un objetivo claro: cambiar la tendencia descendente de “nuestro gráfico”. Trabajar para crear ese punto de inflexión a partir del cual la tendencia se invierte y comienza a ir hacia arriba.
Recuerda siempre que existen miles de caminos diferentes para lograr cualquier resultado. Examina el modo en que estás haciendo las cosas y cambia aquello que esté causando tus pobres resultados. Solo la acción, a través de implementar cambios positivos, te situará de nuevo en una tendencia claramente ascendente.

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Cuando se quiere agradar a todo el mundo.

A todos nos encanta la sensación de agradar y ser aceptados. Y en muchas ocasiones el precio a pagar por esa aceptación es moldearnos para tratar de agradar a todo el mundo.
Deja de autoengañarte. Por mucho que te esfuerces, jamás agradarás a todo el mundo. Entre otras muchas cosas, porque es algo que en definitiva no depende de ti. Depende siempre de los demás. Y eso es algo que aunque quieras va a escapar de tu control.
Una mejor estrategia es tratar de ser el mejor “tu” que puedas ser. Es mejor canalizar las energías en esa dirección. Enfócate en desatar en cada instante tu máximo potencial.
Sé tu mismo.
Sé auténtico.
Las copias no son más que originales de segunda.
Así pues, ¡Sé original!
Y después puede que agrades o no agrades a los demás. Esa será su elección. Pero al menos tu estarás viviendo plenamente y con autenticidad tu vida. En base a tus propios valores y sueños, y no hipotecado siempre por el que dirán o el que pensarán los demás.
¡Que digan y que piensen lo que quieran!
A ti te dará absolutamente igual, porque estarás demasiado ocupado desatando tu máximo potencial y logrando resultados de excelencia.

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Una pequeña puesta a punto.

Son muchas las personas que creen que para orientar correctamente su vida y comenzar a lograr buenos resultados van a tener que realizar tremendas transformaciones. Pero en la mayoría de los casos nada está más lejos de la realidad, y te lo mostraré a través de un sencillo ejemplo.
Piensa en la más completa de las computadoras por unos instantes. Si en esa computadora desconectásemos un par de cables de sus circuitos, casi con seguridad que dejaría de funcionar.
¿Pero eso supone que debemos reemplazar por completo el equipo? Por supuesto que no. Una simple revisión, y la conexión de esos dos cables bastará para que el ordenador funcione de nuevo a pleno rendimiento.
Y lo mismo sucede cuando las personas no estamos “operando” de la manera adecuada. Puede que nos sintamos abrumados y que pensemos que para volver a rendir al máximo vamos a necesitar unos ajustes tremendos. Pero en la mayoría de los casos lo único que necesitaremos serán unos pocos “ajustes” para que todo nuestro potencial vuelva a desatarse.
Te reto a que encuentres esos pequeños cambios que dederías realizar y que te situarían de nuevo en el carril de aceleración hacia el logro de tus sueños.
Tal vez solo necesites una pequeña puesta a punto...

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La importancia del último tramo.

Muchas personas, si pudiesen ver su futuro, se asombrarían de lo cerca que estaban de lograr su objetivo, justo cuando abandonaron. Empezar cualquier cosa es relativamente sencillo. Pero es cuando comienzan a aparecer los primeros obstáculos, cuando se comienzan a separar los mediocres de los grandes realizadores. Y por encima de todo existe un momento clave , especialmente en los proyectos de cierta envergadura, en el que nuestro compromiso es puesto a prueba. Es lo que muchos llaman el momento del “gran desafío”. Aparece un gran obstáculo en el camino. Uno de esos obstáculos que hacen que la mayoría abandonen. Y ahí es donde se produce la criba final. Es en ese instante donde de verdad se separa esa minoría de grandes realizadores del resto. Y precisamente esos grandes realizadores saben que si superan esa prueba, el éxito está ya a su alcance.
Permíteme contarte una historia para ilustrar este punto. Como es bien conocido, se atribuye a Alexander Graham Bell la invención del teléfono. Pero lo que no sabe mucha gente es que mucho antes, un profesor de escuela alemán llamado Reis estuvo a punto de construir el primer teléfono. El “teléfono” de Reis permitía trasmitir pequeños sonidos, pero no la voz humana. Faltaba en aquel invento “algo” que lo hiciera completo.
Muchos años más tarde, Graham Bell con sus investigaciones descubrió que era lo que faltaba en el invento de Reis. Todo el problema estaba simplemente en un pequeño tornillo que controlaba los electrodos y que tenía falta solamente de ser apretado un poco más, Cuando Graham Bell hizo esa pequeña modificación, fue capaz de trasmitir la voz humana con una claridad absoluta. ¡Esa ínfima diferencia supuso la gran diferencia!
Y eso es lo que les sucede a millones de personas. Realizan un esfuerzo titánico desarrollando un proyecto solo para abandonar cuando ya estaban a apenas unos “milímetros” de lograrlo.
No permitas que te suceda lo mismo que al profesor de escuela alemán. Empieza las cosas,… continúalas,… pero sobre todo… ¡termínalas!
Lo importante es poder decir al final: ¡Lo hice! ¡Lo logré!
No cometas el error de abandonar cuando el éxito está justo al otro lado de la esquina.
Mantente haciendo los ajustes necesarios hasta que el “teléfono” esté terminado.
¡No desistas hasta ver tu sueño convertido en realidad!

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El mañana.

La mayoría de las personas viven vidas programadas. El mañana ya está definido, terminado, hecho,… y eso que ni siquiera ha llegado todavía.
Y tomamos esto como parte del juego de la vida, sin darnos cuenta de que en muchas ocasiones funcionamos con el piloto automático permanentemente conectado.
Y es precisamente en ese funcionamiento en piloto automático donde estamos perdiendo en muchas ocasiones el verdadero jugo de la vida.
Saludamos a la gente mecánicamente. Hacemos nuestro trabajo siempre igual. Repetimos una y otra vez las mismas rutinas,…

Pero, ¿qué sucederá dentro de 30 días?
¿Habremos vivido 30 días, o un mismo día 30 veces?
¿Y dentro de un año?
¿Habremos vivido 365 días, o un día 365 veces?


Tomemos de una vez por todas los mandos en ese maravilloso viaje al que llamamos vida.
Saquemos el jugo a cada instante.
Cada día puede y debe ser único y especial.
Empieza a llenar cada jornada de instantes mágicos y especiales.
Marca la diferencia.
Comprométete a SER con mayúsculas.
VIVE con mayúsculas tu vida.
Celebra que eres único y especial.
Ha llegado el momento de que 30 días sean 30 días, uno detrás de otro, y todos absolutamente diferentes y apasionantes.
¡VIVE!
¡VIVE!
¡VIVE CON PASION!


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La importancia del seguimiento para implementar hábitos.

La forma más efectiva para implementar efectivamente nuevos hábitos es controlar de algún modo de manera periódica que los estamos desarrollando. Personalmente encuentro tremendamente útil elaborar una pequeña tabla de control en la que ir marcando que estamos llevando a cabo las acciones necesarias.
Cuando deseo implementar algún hábito, siempre elaboro una pequeña tabla de control que coloco en mi agenda y en la que establezco 21 casillas. Mi objetivo es marcar al final de cada día una de esas casillas si efectivamente he llevado a cabo las acciones necesarias para hacer de ese hábito parte de mi vida.
Esa simple tabla me permite mantenerme enfocado, y recordar en cada instante cual es mi objetivo. El simple reto de querer marcar cada día esa casilla es un factor motivador poderoso, ya que esa simple acción es el reflejo de estar tomando acción masiva y positiva en mi vida.
Incluso en algunas ocasiones, cuando un hábito es especialmente importante o complicado, establezco varios momentos en los que chequear el avance a lo largo del día. Incluso en algunas ocasiones, he llegado a hacer chequeos cada 15 minutos.
Te animo a que pongas a prueba este sencillo método, y compruebes de primera mano como es un sistema verdaderamente efectivo para mantenerte centrado y enfocado en la tarea de implementar ese nuevo hábito.
Recuerda siempre que cuanto más se enfoca en implementar algo, las probabilidades de que finalmente se lleve a cabo aumentan exponencialmente.

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Ser un pensador de posibilidades.

Cuando se decide conscientemente la opción de convertirse en un pensador de posibilidades, se está eligiendo la opción de pensar que siempre hay una solución ante cualquier reto que se presente.
El pensamiento negativo se deja avasallar por las circunstancias.
El pensador de posibilidades se propone siempre encontrar un camino que le lleve a la solución.
Todos los grandes avances de la humanidad han sido fruto de pensadores de posibilidades. Personas que se atrevieron a soñar en grande. Que expandieron su proceso de pensamiento para “ver” en sus mentes aquello que todavía ni siquiera existía. En definitiva, para ser un pensador de posibilidades hay que tener fe.
Fe fundamentalmente en que por muy mal que pinten las cosas llegará una solución.
Fe en los propios recursos y en el potencial ilimitado de los seres humanos.
Fe para continuar avanzando a pesar de todas las dificultades.
Fe para no abandonar porque el éxito siempre puede estar justo al otro lado de la esquina.
Y para ser un pensador de posibilidades uno tiene que esforzarse cada día, de manera constante. Forjando instante tras instante ese hábito de excelencia que es la marca de todos los grandes realizadores.
Comienza a pensar en grande. Amplía tus horizontes y tu dinámica mental. Comienza a pensar que puedes… ¡y podrás! Empieza a tomar conciencia de la increíble cantidad de energía que se desata cuando nos damos cuenta del inmenso potencial que poseemos en nuestro interior.
Ante cualquier reto, expande tu visión y date cuenta de que si te lo propones tu siempre serás más grande que cualquier obstáculo que aparezca en el camino.
Ha llegado el momento de aparcar para siempre cualquier dinámica negativa de pensamiento y convertirse en un verdadero PENSADOR DE POSIBILIDADES.

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¿Qué pasa con los objetivos de comienzo de año?

Recientemente la consultora AC Nielsen publicaba los resultados de un estudio estadístico sobre los objetivos que mayoritariamente se establecen a comienzo de año. Los resultados ciertamente denotaban pocas sorpresas.

En el estudio que se realizó a través de encuestas a consumidores en 46 paises ofreció los siguientes resultados:

-El 56% de las personas se formula de algún modo objetivos para cada nuevo año.

-Más del 50% de los encuestados tenía como objetivo trabajar menos en 2007.

-El 60% de los que se planteaban objetivos, tenían la intención de hacer más ejercicio durante 2007.

-Uno de cada tres encuestados se fijaba el objetivo de ponerse a dieta.

-Uno de cada tres encuestados tenía como objetivo equilibrar mejor la vida profesional y la familiar.

-Uno de cada cinco de los que se declaraban fumadores tenían como objetivo dejar de fumar.

Evidentemente esto demuestra que a nivel general todos los seres humanos tenemos el deseo de mejorar. Simplemente existe ante esto un “pequeño” problema. Casi con toda seguridad la gran mayoría de esas personas que han fijado toda esa serie de objetivos para este año, se encontrarán formulando para el próximo año la misma clase de objetivos porque no habrán hecho nada al respecto.

Y ahí surge la pregunta: ¿Porqué?

Pues porque simplemente establecer objetivos es una tarea muy sencilla y fácil de hacer. Pero ese es simplemente el primer paso, aunque para mucho sea también el único paso que dan.

La gran clave está en dar el segundo paso necesario. El más importante. El paso que garantiza comenzar a producir resultados de verdad. Y ese paso es transformar tu objetivo en una firme RESOLUCIÓN.

La palabra RESOLUCIÓN se deriva de “resolver”, que viene a significar “solucionar definitivamente algo”. Es tomar una decisión firme y comprometerse a llevarla a cabo cueste lo que cueste. Haya que poner el esfuerzo que haya que poner. Punto. Lo que sea necesario hasta lograrlo. Y eso obviamente no es cómodo.

Y toda la diferencia la marca el hecho de que mientras la mayoría de las personas trata a sus objetivos como simples deseos, aquellos que finalmente consiguen sus objetivos siempre los tratan como decisiones firmes y comprometidas. El COMPROMISO es aquí la palabra clave.

Porque una vez establecido el compromiso firme es bien sencillo establecer un plan y atenerse a su seguimiento. Sin compromiso jamás habrá un plan con garantías de éxito. Sin compromiso no existirá perseverancia en el propósito. Y como todo cambio a mejor que sea realmente significativo conlleva generalmente un esfuerzo importante, sin un compromiso firme no se soportará ese periodo de tiempo que se ha de pasar fuera de la zona de comodidad.

Así pués, ahora que ya han pasado algunos días desde el comienzo del año, te lanzo una pregunta:

¿Qué le ha pasado a los objetivos que estableciste a finales del año pasado?
¿Estás trabajando firmemente para conseguirlos o ya han quedado aparcados en el olvido?

Si es así, renueva tus propósitos. Decide esta vez firmemente que lo vas a lograr. Estamos en el momento de la ACCION. Ahora es el momento. No esperes a que pase todo una año para volver a formularte los mismos objetivos el año que viene habiendo perdido todo un año.

EL MOMENTO ES AHORA.

Se que ahora puede que estes pensando...

...Pero es que no es cómodo tener que levantarme antes para poder hacer algo de ejercicio.
...Pero es que no es cómodo dedicar cada día un tiempo al estudio en lugar de ver las noticias en la televisión.
...Pero es que no es cómodo tener que tomar el tiempo para hacer la compra de productos saludables que me permitan seguir una dieta sana.
...Pero es que no es cómodo tener que desarrollar mi fuerza de voluntad para derrotar el hábito de fumar.

Estoy deacuerdo contigo: no es cómodo. Pero es IMPRESCINDIBLE para lograr tus objetivos y crear la vida de tus sueños. Aprende a sentirte cómodo haciendo en ocasiones cosas incómodas. Condiciónate para el éxito. Así que ponte en movimiento y haz de una vez por todas que las cosas realmente sucedan en tu vida.

¡TU PUEDES HACERLO!
¡VE A POR ELLO!

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Las etiquetas.


En muchas ocasiones me he preguntado porque a muchas personas les cuesta tanto realizar cambios positivos en sus vidas. Y he llegado a la conclusión de que el principal motivo que les retiene, son las “etiquetas” que a lo largo de sus vidas han permitido que se les vayan colocando.
Desde nuestra más tierna infancia, todos vamos recibiendo a través de los comentarios de nuestros padres, amigos, profesores,… una serie de etiquetas que poco a poco comienzan a condicionar nuestro comportamiento.
Y es así como llegamos a etiquetas del tipo de: “demasiado serio”, “informal”, “muy tímido”, “nervioso”, “incapaz de concentrarse”, “antipático”,… llegando con el tiempo a confundir esas etiquetas con nuestra propia identidad.
De ese modo, comenzamos a actuar en sintonía con esas “etiquetas” que nos han asignado. Así que por ejemplo si estamos etiquetados como serios, evitaremos hacer comentarios divertidos o comportarnos de algún modo que denote ligereza.
Se produce una batalla en nuestro interior apareciendo preguntas del tipo:

¿Cómo voy a comportarme de otro modo si soy una persona seria?
¿Cómo voy a decir algo brillante si soy una persona torpe?
¿Cómo voy a practicar deporte si soy un patoso?...
Y otras muchas preguntas basura como estas.

Porque desafortunadamente, esas etiquetas terminan siendo como una profecía de obligado cumplimiento. Y obviamente cuando se trabaja para mantenerse en congruencia con las etiquetas que se nos han asignado, resulta muy difícil cambiar. Y ahí es donde está el problema: en todo proceso de mejora es imprescindible generar cambios, explorar nuevos caminos, hacer las cosas de un modo diferente.

Tal vez ha llegado el momento de reflexionar un poco sobre este tema , y comenzar a darte cuenta de cuales son las etiquetas que te están paralizando en tu avance hacia esos resultados que tanto anhelas. Piensa en ellas y toma conciencia de que ninguna persona ES su comportamiento. TODO se puede cambiar. Repito: TODO.

Comienza a crear tus propias etiquetas para ti mismo, pero esta vez en la vertiente positiva. Autoetiquétate como entusiasta, dinámico, emprendedor, visionario, creativo, divertido, apasionado, soñador,… o cualquiera que sean las etiquetas que creas que necesitas para lograr tus sueños, y comienza a actuar en consecuencia.
Rediseña tu “imagen corporativa” colocando conscientemente aquellas etiquetas que te conviertan en la clase de persona que tu sabes que puedes llegar a ser.

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Nacemos siendo perseverantes.

Si los bebes fuesen como la mayoría de los adultos, los seres humanos no andaríamos, gatearíamos.

Piensa por un instante en un bebe que está aprendiendo a andar. Lo intenta... se cae... y vuelve a intentarlo... Y así una y otra vez hasta que finalmente lo consigue.
Esa es la clase de actitud que muchas veces nos falta como adultos. La perseverancia de perseguir un objetivo con la finalidad de que no cejaremos en nuestro empeño hasta que lo hayamos logrado.
Ciertamente todos tenemos mucho que aprender de nuestras propias actitudes cuando tan solo éramos bebes.

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La diferencia entre sueños y metas.

¿Cuál es la diferencia entre un sueño y una meta?
Un sueño siempre es el punto de partida. Supone el comenzar a crear imágenes, pensar en ideas y situaciones que nos gustaría que sucediesen en el futuro en nuestras vidas. Los sueños pueden parecer al principio poco realistas o alcanzables, pero el simple hecho de pensar en ellos nos inspira y nos llena de esperanza imaginando que tal vez algún día podrán convertirse en realidad.
Una meta nace cuando decidimos que ha llegado el momento de comenzar a tomar acción para que ese sueño se convierta en realidad. Las metas comienzan a aparecer cuando nos comprometemos a convertir nuestros sueños en realidad y comenzamos a crear un plan de acción que nos pueda llevar hasta allí.
Muchas personas son simplemente expertas en soñar y soñar. Realmente esa es la parte fácil y divertida. Dejar volar la imaginación y crear en nuestras mentes toda esa serie de resultados que nos harían sentir que nuestra vida ha sido bien invertida. Pero no nos engañemos. Si no nos proponemos dar el siguiente paso, que es la transformación de esos sueños en metas concretas, esos sueños jamás se convertirán en realidad. Es imprescindible poner en juego nuestra disciplina para que todo el proceso se ponga en marcha a través de la acción.

Es cuando te pones tus zapatillas de deporte y comienzas tu rutina de ejercicio, cuando tu sueño de conseguir una forma física de primer nivel comienza a materializarse.
Es cuando ahorras esos primeros cien euros y los inviertes, cuando tu sueño de disfrutar de independencia económica comienza a materializarse.
Es cuando comienzas a documentarte y a estudiar los temas necesarios, cuando tu sueño de escribir una novela comienza a materializarse.
Es cuando comienzas a sustituir comidas poco saludables por alimentos orgánicos y frescos, cuando tu sueño de disponer de altos niveles de energía comienza a materializarse.

Y esta lista podría seguir indefinidamente…

Te animo a coger ahora mismo tu lista de sueños y a comenzar a establecer metas concretas que te pongan en movimiento.
Si eres capaz de soñarlo eres capaz de conseguirlo.
Lo único que te separa de ello es el precio en esfuerzo que necesariamente vas a tener que pagar. Cualquier sueño que merezca realmente la pena va a requerir de un esfuerzo en muchas ocasiones titánico para convertirse en realidad. La única pregunta que has de formularte es muy clara:

¿Estoy dispuesto a “pagar” el precio necesario en esfuerzo?

Y ante esta pregunta solo existes dos respuestas. Una te lleva directamente hacia tus sueños. La otra te dejará siempre en el mundo de los simples deseos y la ilusión.
Quienes alcanzan sus sueños, en un momento determinado de sus vidas decidieron que iban a transformar sus sueños en metas. Y una vez establecidas esas metas, se comprometieron a tomar acción de manera incansable hasta lograrlas. Punto.
Ahí están resumidos todos los secretos:
Poner el esfuerzo necesario hasta lograrlo. Repito: Poner el esfuerzo necesario hasta lograrlo.




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Determinacion.

“Algunas personas triunfan porque están destinadas a ello, pero la gran mayoría triunfan porque están DETERMINADAS a ello.”

En la consecución de objetivos no basta con estar preparado o dotado para alcanzarlos, sino que existe un factor que en la mayoría de los casos marca la gran diferencia. Y ese factor es la DETERMINACION. Son las personas con una firme determinación para lograr algo las que finalmente lo consiguen.
Grandes dosis de determinación suplen en muchas ocasiones carencias de preparación o de cualidades, ya que cuando alguien está absolutamente determinado a lograr algo, siempre será capaz de encontrar algún camino que le lleve hasta allí. Detrás de todos los grandes éxitos y avances de la humanidad siempre ha estado presente en sus protagonistas una férrea determinación. Es la cualidad que se encarga de alejar la posibilidad de abandonar y tirar la toalla a lo largo del camino.
Convirtiéndote en una persona determinada, son muy pocos los obstáculos que te podrán detener.
Y la determinación siempre va ligada al compromiso. El compromiso firme con tus objetivos. Saber y creer firmemente en tu interior que tus objetivos merecen absolutmente la pena. De esa clase de compromiso nace la auténtica determinación. Y es esa fuerza de propósito la marca distintiva de todos los grandes realizadores.

Si tus sueños merecen la pena, bien valen pagar el precio poniendo en juego toda la determinación que sea necesaria hasta lograrlos.

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Principios de la solución efectiva de problemas.

Siempre he creído firmemente que los problemas no son más que un signo de que estamos vivos. Menos mal que tenemos problemas, ya que si no tuviésemos ninguno estaríamos en el peor de los lugares: muertos. Los problemas son un signo de vida.
Y en relación al tema de los problemas, siempre me ha gustado el enfoque que le daba el gran Norman Vincent Peale, uno de los autores más extraordinarios que ha dado el mundo de la superación personal. El fue el mayor defensor que ha existido del increíble poder que existe en el simple hecho de mantener una dinámica de pensamiento positiva.
De entre sus muchas aportaciones a la solución efectiva de problemas, resaltaría los siguientes principios:

1.-Todo problema es intrínsecamente bueno, y no malo como se suele creer.
2.-Solo las personas vivas tienen problemas. Y cuantos más tienes, más vivo estás. Así que alégrate de tener algunos problemas.
3.-Descubre todo lo que puedas acerca de tu problema. El conocimiento del problema es una de las claves fundamentales para lograr la solución.
4.-Cuando un problema llega, no reacciones emocionalmente. Primero deja que se “enfríe” un poco.
5.-La mente no funciona bien cuando está sobrecargada, solo lo hace cuando puede ver las circunstancias de manera objetiva.
6.-Piensa. La solución está siempre ahí en tu mente. ¡Encuéntrala!
7.-Piensa que puedes. Piensa que es posible solucionar tu problema. A quienes creen que pueden les suceden cosas extraordinarias. Así pues, piensa que la respuesta va a llegar, y llegará.


Todas estas, y otras muchas en esta misma sintonía son las piedras angulares en todo proceso de resolución de problemas.
Y por encima de todo, yo añadiría la que considero como la regla de oro a la hora de solucionar problemas:

Si observas a tu alrededor, te darás cuenta de que la gran mayoría de las personas, cuando tienen un problema, pasan la mayor parte de su tiempo preocupados pensando en el problema, y de ese modo apenas dedican tiempo a pensar en las posibles soluciones del problema.
Las personas que solucionan efectivamente sus problemas, dedican el menor tiempo posible a pensar en el problema y se enfocan la mayor parte de su tiempo en buscar proactivamente soluciones para ese problema. Esa es la actitud que produce resultados. Jamás dediques ni un solo segundo más de lo estrictamente necesario a pensar en tu problema. Canaliza de inmediato todas tus energías a encontrar una solución efectiva.
PIENSA QUE PUEDES.
PIENSA QUE LA SOLUCIÓN LLEGARÁ.
ENFOCA TODA TU ENERGÍA EN ENCONTRAR LA SOLUCIÓN…
¡Y LA ENCONTRARÁS!



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La diferencia entre engullir y saborear.

Me resulta sorprendente y curioso, cuando voy a algún restaurante, ver como muchas personas están literalmente “engullendo” su comida sin realmente saborearla.
Y creo que existe una analogía clara en el modo en que muchas personas viven su vida. Constantemente son presas de las prisas y las urgencias, dejando de ese modo que se les escape el “sabor” de muchas de sus vivencias.
Engullen experiencias, pero no saborean la vida.
Y desde mi punto de vista, toda experiencia de vida, si es disfrutada con la actitud adecuada, puede aportarnos una satisfacción increíble. Desde las cosas más sencillas como un simple “Buenos días”, hasta los mayores logros y objetivos que alcancemos.
¡Qué maravillosa es la vida cuando se saborea en toda su plenitud!
Te animo a que comiences a buscar el “sabor” en todas tus vivencias. Empieza a descubrir cuan rica y plena se vuelve la vida cuando conscientemente decidimos que vamos a sacarle todo su jugo a cada instante. Un simple cambio de actitud, pero un tremendo cambio en nuestras sensaciones.
Saborea intensamente tus momentos de trabajo y desarrollo profesional.
Saborea plenamente tus momentos en familia o con amigos.
Saborea plenamente tus momentos de soledad y reflexión.
Saborea TODOS los instantes de tu vida.
Ese es el verdadero camino hacia la realización personal: SABOREAR, no engullir.

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El catalizador del desarrollo.

El camino más rápido y efectivo para crecer y desarrollarse es tener que enfrentar determinados grados de dificultad. Imagina por un instante que deseas mejorar tu nivel como jugador de tenis. Difícilmente progresarás si solo te entrenas y enfrentas con otros jugadores peores que tú. Es al enfrentarte a jugadores que te exigen desarrollar tu mejor juego y expandir tus habilidades, como realmente se progresa.

Nunca pidas tener menos dificultades, pide siempre mejorar tu habilidad para ser mejor y afrontar mejor los retos. Porque los retos siempre van a existir.

Esa es la dinámica de la superación personal constante. Al tener que enfrentarnos a un reto, nos vemos obligados a expandir nuestra habilidad y capacidad. Y es ese proceso de expansión el que nos hace ser mejores.
Alégrate ante esos momentos de reto y desafío. Son las semillas que están anticipando los momentos de mejora y crecimiento que vendrán después.
Si piensas por un instante en los momentos de tu vida en los que más has crecido y te has desarrollado, seguro que encontrarás en esos mismos momentos que algo te estaba retando y empujando a dar lo mejor de ti mismo.
Nunca lo olvides: por el camino de la facilidad y el conformismo difícilmente llegan los resultados.
Abraza los retos, y en el proceso conviértete en mucho mejor de lo que eras anteriormente.

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Comprimiendo el tiempo.

Piensa por un instante en un proyecto o en un objetivo que desees alcanzar. Y a continuación, piensa en el plazo en el que te propones alcanzarlo. Puede ser que ese plazo sea una semana, un mes, un año, o incluso 5 o 10 años…
Ahora te planteo lo siguiente: imagina que como un simple ejercicio mental, te planteas lograr ese objetivo en la mitad de ese tiempo.

¿Cómo tendrías que organizarte para lograrlo en la mitad de tiempo?
¿De qué manera puedes condensar el esfuerzo para realizar todo lo necesario en la mitad de tiempo del que te habías marcado?

Este es un ejercicio mental poderoso, ya que si lo piensas objetivamente, si suponemos que para lograr tu objetivo van a ser necesarios dar cien pasos diferentes, ¿Por qué no dar esos mismos pasos en la mitad de tiempo?
Muchas veces, esta clase de ejercicios nos ayudan a abrir la mente y a darnos cuenta de que realmente podríamos conseguir nuestros resultados antes, simplemente a través de un proceso de elevar los estándares de rendimiento que nos estamos exigiendo.
Piensa por un instante en esta poderosa idea y expande la percepción sobre lo que puede llevarle el logro de cualquier objetivo que te propongas, cuando te aproximas a el desde la perspectiva de estar desatando absolutamente tu máximo potencial.
Siempre es inspirador encontrar que podemos lograr mucho más de manera más rápida si realmente nos comprometemos a encontrar el camino.

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Llegando a ser un experto.

Existe un único elemento que es la fuente de la distancia en rendimiento que existe entre un aficionado y un experto. Y ese elemento es la DEDICACIÓN.
Erróneamente, muchas personas achacan al hecho de ser un “prodigio”, la consecución de grandes resultados. Nada más lejos de la realidad.
Según el Dr. K. Anders Ericsson, profesor de la Florida State University, y experto que ha pasado más de 20 años estudiando a genios y prodigios, cualquier persona que se dedique intensamente a algo con la mentalidad de progresar con cada práctica, terminará por convertirse en un absoluto experto en esa área.
Textualmente, él afirma en uno de sus escritos:

“Los grandes realizadores, no se mantienen haciendo las mismas cosas una y otra vez, sino que trabajan para conseguir mayores niveles de control en cada aspecto de su rendimiento. Esa es la razón por la que no encuentran el trabajo de sus prácticas aburrido. Cada sesión de práctica y aprendizaje están trabajando en hacer algo mejor de lo que lo hicieron la última vez.”

Así pues, la gran clave no está en cuanto se practica, sino en como se practica.


Para mejorar realmente en algo, no hay que mantenerse haciendo las cosas en las que uno ya es bueno, evitando las cosas que nos resultan más difíciles y complicadas. Ese es el error que condena a muchas personas a ser aficionadas toda su vida y no les permite llegar al nivel de expertas.
El nivel de experto no se le regala a nadie. Es fruto de un esfuerzo constante y dedicado, en base a producir mejoras progresivas en nuestro desempeño.

El aficionado, cuando algo ya le sale relativamente bien, se dice a si mismo: “Ahora que ya puedo hacerlo, voy a mantenerme haciéndolo del mismo modo.” Mientras el experto, continúa diciéndose constantemente a si mismo: “Siempre hay un modo de seguir haciendo cada vez mejor las cosas”. Y se enfoca en producir mejoras en cada una de sus prácticas.
Realmente lo único que te separa del punto en el que estás hoy hasta convertirte en un experto de primera línea mundial en el tema que desees es DEDICACIÓN.
Dedicación constante por hacer cada día mejor las cosas.
Dedicación para esforzarte el tiempo necesario hasta alcanzar maestría.
Dedicación perseverante con el compromiso de no creer nunca que has llegado, sino pensar que siempre hay nuevas cimas que alcanzar.
Con esa dinámica, hoy ya está más que sobradamente demostrado que cualquier persona, - repito: Cualquier persona- si está dispuesta a pagar el precio en DEDICACIÓN puede convertirse en un experto de primera línea mundial en cualquier área.

© 2007 JOSE MARIA VICEDO
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El elemento diferencial.

En todo proyecto que emprendamos encontraremos momentos de dificultad en los que se verá puesto a prueba nuestro compromiso. Y es precisamente en esos instantes donde el elemento que marca la gran diferencia aparece: La PASION.
Si no existe pasión por lo que se está haciendo, es bien sencillo optar por la opción del abandono cuando las cosas comienzan a ponerse difíciles.
Es la pasión lo que te mantiene dando lo mejor de ti mismo sean cuales sean las circunstancias.
Y es la pasión, sin lugar a dudas, la piedra angular sobre la que han construido sus éxitos todos los grandes realizadores.
Así pués, te pregunto:

¿Qué dosis de pasión estas poniendo en lo que haces?
Si te observases objetivamente desde fuera, ¿Verías en tí a una persona apasionada?

Hacer las cosas con pasión significa darlo todo en cada instante. Poner lo mejor de ti mismo en cada una de tus acciones. Estar disfrutando plenamente de cada instante del camino mientras persigues tus objetivos.
La pasión es la marca distintiva de los grandes triunfadores en el juego de la vida. Cuando falta pasión por algo, los resultados que se producen son ineludiblemente mediocres.
Comienza a poner pasión de verdad en todas las cosas que haces en tu vida. Como padre, como madre, como esposo, como esposa, como amigo, como vecino, como profesional... Se apasionado o apasionada hasta el límite. Introduce el ingrediente de la pasión en todas las áreas de tu vida. Y comienza a experimentar la increíble energía y fortaleza que genera el simple hecho de comenzar a vivir la vida con absoluta pasión.

No desperdicies ni un solo instante. Aplícate la vacuna más poderosa que existe para no abandonar jamás en el camino hacia tus objetivos y sueños.
¡INYECTATE UNA DOSIS MASIVA DE PASIÓN!

© 2006 JOSE MARIA VICEDO
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La ley de la atracción.

Uno de los principios fundamentales de la superación personal es la llamada “Ley de la Atracción”, cuyo enunciado es el siguiente:

“Atraemos a nuestra vida aquello que está en sintonía con nuestros pensamientos dominantes.”

Sin lugar a dudas esta es una ley que está presente siempre, nos guste o no, en nuestras vidas. Piensa por un instante en alguna persona que conozcas que pase la mayor parte de su tiempo quejándose o sumida en una actitud pesimista o derrotista. Y piensa por unos instantes en los resultados que esa persona está consiguiendo en su vida. Casi con seguridad comenzarás a ver que su vida es justamente un reflejo de esas mismas actitudes y pensamientos.
Pero sucede exactamente lo mismo en el sentido contrario. Son las personas que se enfocan en la parte positiva de la vida, quienes mantienen actitudes optimistas y entusiastas, los que generalmente disfrutan de vidas más realizadas y plenas.

La ley de la atracción, como yo la veo, es fruto de una combinación de pensamientos, actitudes y acciones. He de reconocer que al principio resulta duro de aceptar el hecho de que somos nosotros mismos la fuente de la gran mayoría de cosas que suceden en nuestras vidas. Míralo si quieres de este modo: Cada uno de nosotros somos un imán viviente. Atraemos constantemente aquello que está en sintonía con nuestro patrón de pensamiento, actitudes y acciones.
Veamos pues algunos pasos que podemos dar para convertirnos en un “imán” viviente de lo positivo:

1.-Toma conciencia de cómo es tu patrón predominante de pensamiento. Detente por unos instantes y analiza tranquilamente el tipo de actitud mental que sueles mantener. ¿Es generalmente positiva o negativa? El primer paso para poder cambiar algo es darse cuenta de cómo está.

2.-Ordena tu entorno. Todo lo que nos rodea afecta nuestra forma de pensar. Si sueles moverte en espacios desordenados, toma algo de tiempo para organizar y ordenar tu habitación, tu despacho, tu sala de estar,... Recuerda precisamente que tu mundo exterior es un reflejo de tu mundo interior. Y si tu mundo exterior es un auténtico desorden, ese es un buen lugar para comenzara crear armonía.

3.-Comienza a crear claridad de enfoque. Necesitas determinar con claridad que objetivos deseas alcanzar. La mente humana solo es cien por cien efectiva cuando trabaja en la dirección de un objetivo perfectamente definido. Así pues, toma el tiempo necesario para clarificar plenamente tus objetivos.

4.-Enfoca consistentemente en esos objetivos que deseas. No te permitas divagar pensando precisamente en las cosas que temes o que no deseas. Proponte detectar de inmediato estas situaciones tan pronto como sucedan, para conscientemente apartar tus pensamientos de esa dirección. Si la mente está ocupada en una dirección positiva, no puede estar ocupada simultáneamente en al dirección contraria. Aprovecha en tu favor este modo natural de funcionar de nuestro cerebro.

5.-Toma acción. No basta con clarificar que es lo que queremos. Hemos de comenzar a dar pasos para lograrlo. Muchas personas creen que simplemente teniendo claros sus objetivos ya han hecho lo necesario para lograrlos. Gran error. Solo la acción produce resultados. El pensamiento positivo está muy bien, pero para que produzca resultados hay que llevarlo al terreno de la acción.

6.-Practica la gratitud permanente. Cuando comiences a producir resultados, mantén una actitud de agradecimiento por todo aquello que se está convirtiendo en parte de tu vida. A través de la gratitud siempre llega un sentimiento de realización y plenitud personal.

7.-Disfruta del camino. La vida no es una ciencia exacta. Habrá ocasiones en las que el camino parezca desviarse, o incluso en las que tengas la sensación de que ni siquiera existe camino. Relájate, disfruta de ese rodeo, y continúa tu viaje con una actitud positiva.

Es indudable que comprendiendo la dinámica de esta ley de la atracción, conseguirás crear muchos más resultados y realización. Aprovecha esta ley a tu favor, y comienza a experimentar su increíble poder.

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Convierte el año 2007 en el mejor año de tu vida.

¡Ya tenemos aquí el nuevo año! Simplemente unas lineas para comenzarlo desde la perspectiva correcta.

Adopta ahora mismo el compromiso de hacer de este año el mejor año de tu vida.

¡Sin excusas!

Afina tus objetivos, sueña en grande y haz que las cosas sucedan.

Ya que el tiempo va a pasar igualmente, hagamos que cada instante de este nuevo año cuente de verdad en nuestras vidas.

Si tú así lo decides, ¡Este va a ser tu año!


Feliz año nuevo.


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